Hyundai i30 Fastback. Arriesgada apuesta de la marca para el segmento de los compactos
Mucho ha cambiado Hyundai en todos los años que lleva en Europa. Desde aquellos primeros Accent y Elantra hasta el actual Hyundai i30 o el Hyundai Ioniq, la evolución ha sido palpable y notable. Lejos quedan esos modelos de calidad justa y precio contenido, ahora pretenden mucho más, poniéndose al nivel de muchos fabricantes europeos. De hecho ese es el objetivo, ser lo más parecido a un fabricante europeo y no sólo por calidad de fabricación o prestaciones, ya están a la par en este sentido. Quieren que la percepción de la gente respecto a la marca sea de constructor europeo y no surcoreano. Así, con eso en mente, se han montado una base para diseño en Alemania y para desarrollo en pleno circuito de Nürburgring de donde van a salir muchos modelos. Sin ir más lejos ya tenemos el primero de ellos, el Hyundai i30, con el que la marca quiere colocarse en el top de los compactos sin escatimar en nada. Por un lado han presentado el Hyundai i30 N, la versión más racing de la gama con 275 CV y nuestro protagonista, mucho menos prestacional pero con objetivos más ambiciosos en ventas, el Hyundai i30 Fastback.
Con el Fastback, Hyundai ha sorprendido a mucha gente presentando lo que según ellos, ‘se trata del primer cupé de cinco puertas en el segmento de los compactos’. El diseñador jefe para Europa, Thomas Bürkle va un poco más allá y afirma haber logrado ‘una mezcla entre coche deportivo y sedán de lujo’. Como decíamos, ambiciones no faltan… ¿verdad?
Un fastback, para todos aquellos que no lo sepan, es básicamente un coche de actitudes deportivas con una luneta trasera muy inclinada y que se une con la trasera. Seguro que os suenan nombres como el de Ford Mustang Fastback, del que por cierto habrá una versión híbrida. Pero el Hyundai i30 cambia bastante más que la inclusión de una luneta trasera inclinada. Por ejemplo, es 30 milímetros más bajo, 115 milímetros más largo y las suspensiones son un 15 % más rígidas (y culpables de la pérdida de 5 de los 30 mm de altura). Además, la vista lateral es un poco más musculosa con mayor superficie metálica y la calandra delantera es ligeramente más baja.
En el habitáculo hay pocos cambios, al igual que en temas de equipamiento donde la marca destaca cosas como el sistema de frenada autónomo de emergencia, el control de crucero inteligente, asistente de luces largas y cortas, aviso de cambio de carril, aviso de pérdida de atención por parte del conductor, control de ángulo muerto, aviso de tráfico cruzado trasero, Apple CarPlay, Android Auto… una lista en la que no falta de nada como viene siendo normal en los coches modernos.
Cuando llegue a las tiendas contará con dos motores de gasolina, ambos asistidos por un turbo. El más pequeño será el 1.0 T-GDi con tres cilindros y 120 CV, siendo el más potente, al menos por el momento, el 1.4 T-GDi de cuatro cilindros y 140 CV. Algo más adelante llegarán las versiones diésel, dos en concreto, basadas en el mismo motor de 1.600 centímetros cúbicos. La primera tendrá 110 CV y la segunda 136 CV. Todos contarán con cambio manual de seis relaciones, pero las versiones diésel y el motor de gasolina de 140 CV podrán optar al cambio automático de doble embrague y siete relaciones. No se espera que reciba la variante ‘N’ de 275 CV.